Se trata de la primera vez que se realiza una estimación sobre las ventajas para la salud y la economía de las inversiones en el tratamiento de las formas más comunes de desórdenes mentales a escala mundial.
Sus conclusiones, que serán publicadas hoy en la revista especializada The Lancet Psychiatry, ofrecen argumentos convincentes para realizar mayores inversiones en la salud mental en todos los países, independientemente de su nivel de ingresos.
Varios estudios han confirmado que las enfermedades mentales han tenido un importante incremento en los últimos veinticinco años, periodo en el que el número de personas que sufren ansiedad y depresión ha aumentado en un 50%, pasando de 416 millones a 615 millones.
Se considera que cerca del 10% de la población mundial padece de algún tipo de trastorno mental y que éstos representan el 30% de la carga de morbilidad mundial que no es mortal.
«Sabemos que el tratamiento de la depresión y de la ansiedad se justifican plenamente por la salud y el bienestar, y este estudio también confirma su conveniencia económica», declaró la directora general de la OMS, Margaret Chan.
Las situaciones de urgencia humanitaria y los conflictos armados están aumentando la necesidad de ampliar las opciones terapéuticas a disposición, por lo que urgen las inversiones en el desarrollo de tratamientos.
Según la OMS, en las situaciones de urgencia hasta una de cada cinco personas sufre de depresión o ansiedad. Actualmente, los gobiernos gastan una media de 3% de sus presupuestos del sector sanitario para la salud mental, con una diferencia de un 1% en los países en desarrollo y de hasta un 5% en los desarrollados.
Fuente: Emol