El término Narcisismo proviene del mito griego antiguo de Narciso, quien “sin querer” se enamoró de su propio reflejo en un estanque de agua. Le habló y trató de abrazarlo, pero todo fue en vano ya que se desvaneció al tratar de tocarlo. Como nunca pudo tocar su propia imagen, se desesperó y murió de angustia.