En la actualidad son muchas las personas que padecen un trastorno de la Salud Mental que puede deteriorar su calidad de vida en todos los aspectos. Tanto así que un estudio sobre la Transformación de la Salud Mental para Todos realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que en el 2019 cerca de un billón de personas vivía con un trastorno mental, donde un 14% correspondía a jóvenes adolescentes, convirtiéndose en la principal causa de discapacidad en las personas.
Desde el 2013 fue que se empezó a implementar el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental que velaría por mejorar el estado psíquico para el 2030. Sin embargo, desde entonces los progresos han sido parciales.
A raíz de esto, el informe mundial explica que las principales razones por las que existe un mal estado de la Salud Mental se asocian a aquellos que pasan por cambios sociales rápidos, a condiciones de trabajo estresantes, la discriminación de género, la exclusión social, los modos de vida poco saludables, los riesgos de violencia, la mala salud física y la violación de derechos humanos.
Además, el deterioro de la Salud Mental se hace evidente por la baja inversión de algunos países en sus poblaciones. Por lo tanto, la OMS da tres soluciones:
- Profundizar y darle más importancia a la Salud Mental
- Reorganizar los ambientes y entornos que influyen en la psiquis de las personas
- Reforzar la atención de Salud Mental cambiando los lugares, modalidades y personas que ofrecen y reciben esta atención, es decir, la Salud Mental Comunitaria.
El cambio necesario a la Salud Mental Comunitaria
Dévora Kestel, directora del Departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la OMS explica que: “Todos los países tienen oportunidades sobradas de progresar correctamente hacia una mejor salud mental para su población. Ya sea formulando políticas y legislación más sólidas sobre salud mental, fomentando los servicios comunitarios de Salud Mental o integrando la Salud Mental en la atención general de salud, las escuelas o los establecimientos penitenciarios”.
En Grupo Cetep desde el 2013 se implementó el modelo de Salud Comunitario que funciona hasta el día de hoy.
“Consideramos que la OMS hace un llamado a la Salud Mental Comunitaria, porque desde que comenzó la pandemia la depresión y la ansiedad aumentaron 25% en el primer año. Entonces, se debería potenciar los sistemas de salud interconectados y servicios que vayan más allá del sector de salud involucrando a trabajadores generales de salud, yendo hacia la mirada del bienestar hacia las personas en el fortalecimiento de las comunidades, la promoción y la prevención” afirma Alejandra Rojas, psicóloga de Grupo Cetep.
Sandra Fuentes, trabajadora social y Coordinadora de Hospital de Día de Grupo Cetep explica que: “se realiza un trabajo en un modelo inter y transdisciplinar, donde se pone como foco a la persona usuaria que se encuentra en tratamiento en el área de Salud Mental, dando énfasis en la recuperación basado en la comunidad, donde la persona no sea excluido de su entorno barrial y territorial”.
Además, la Coordinadora de Hospital de Día Grupo Cetep afirma que, “se puedan fortalecer los lazos con las redes primarias y secundarias. Desde ese punto de vista, los procesos terapéuticos, basados en el modelo comunitario de Salud Mental, favorecerán sin duda los riesgos en las recaídas y los abandonos de tratamiento, ya que las personas tendrán una red de apoyo estable y articulada, tanto a nivel familiar como en lo relacionado a su equipo de atención en especialidad”.
Una recuperación eficiente
Actualmente en Chile, la atención en Salud Mental, en su mayoría, suele ser individual. Sin embargo, con el modelo comunitario se previenen riesgos, fortalecen y facilitan la participación social de las personas que se atienden bajo este tipo de modelo.
“La Salud Mental Comunitaria fomenta la comprensión del estigma y auto-estigma de las categorías diagnósticas en psiquiatría, la cuales en ocasiones son difíciles verbalizar ese propio malestar. Por eso, estas instancias comunitarias permiten promover el apoyo mutuo e incluso en buscar atención de manera oportuna”, explica la psicóloga de Grupo Cetep, Alejandra Rojas.
Además, la especialista afirma sobre la Salud Mental Comunitaria que, “no se centra solamente en el abordaje propio del malestar asociado a un diagnóstico, si no a tomar medidas contra la violencia y el maltrato, vulneraciones de los DDHH y propiciando cuidados afectuosos introduciendo programas de aprendizaje social y emocional”.
Este modelo busca que sea agradable para los pacientes y los especialistas que los atienden, la misma especialista de la Salud Mental, dice que: “Una de las grandes fortalezas de este tipo de programas es que la mirada es integral para quienes consultan, entendiendo que no es solo un malestar psíquico, sino también donde habita la persona quien consulta. Otra de las recomendaciones que hace la OMS es la telemedicina, debido a que plantea promover el acceso a la Salud Mental para todos y esto es algo que los usuarios agradecen”.
Estos enfoques de modelos comunitarios pueden ayudar a quienes lo necesiten, puesto que sus objetivos son mejorar la calidad de vida de cada paciente inserto en estos programas.
Hoy en día, la Salud Mental dejó de ser un tabú para convertirse en una parte fundamental de la vida del ser humano y un derecho que debe ser cubierto lo antes posible para frenar el deterioro psíquico de las personas.
