A más de quince meses del comienzo de la pandemia por COVID-19, no son muchas las cuentas alegres que se pueden sacar en materia de Salud Mental en Chile.
Precisamente, según la tercera edición del “Termómetro de la Salud Mental en Chile” de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y la Universidad Católica, gran parte de la población nacional expresó haber presentado comportamientos que coinciden con la depresión. Una cifra que alcanza el 46,7%, mientras que un 32,8% lo asocia a problemas de Salud Mental.
Por su parte, el informe “Un Año de Covid-19” del Foro Económico Mundial de la consultora Ipsos, declara que Chile es el segundo país del mundo donde más ha empeorado la Salud Mental desde el inicio de la pandemia. En promedio, de los 30 países encuestados, 45% de los adultos expresa un deterioro en su Salud Mental y emocional desde el comienzo de la pandemia, cifra que en Chile alcanza el 56%.
Más allá de la Depresión
La depresión es un trastorno del ánimo que se manifiesta a partir de una serie de síntomas que incluyen cambios bruscos del humor, irritabilidad, falta de entusiasmo y una sensación de congoja o angustia. Puede implicar la pérdida de interés en actividades hasta entonces queridas, cambios cognitivos y elevada autocrítica.
La depresión es la punta del Iceberg en el plano de la Salud Mental, ya que además de ésta existen patologías que pueden ocurrir al mismo tiempo o una después de la otra, a esto se le llama comorbilidad.
Un ejemplo de comorbilidad muy común es la Depresión y el Trastorno de la Personalidad. Para quienes presentan este diagnóstico, no es suficiente un tratamiento de Salud Mental enfocado únicamente en la depresión, por lo que podrían no recuperar su Bienestar sin un tratamiento especializado.
Cómo enfrentar el Trastorno de Personalidad
Desde la experiencia clínica en la atención de usuarios, el Doctor José Miguel Sepúlveda, Psiquiatra y Director Médico de MirAndes Santiago, indica que cerca del 30% de las personas con diagnóstico de Depresión suele tener Trastorno de la Personalidad, es decir existe una comorbilidad. Dicho resultado explica por qué muchas veces no se logra superar este cuadro, pese al tratamiento.
En esta línea, Matías Báez, psicólogo de la Red de Salud Mental MirAndes, explica que “un trastorno de personalidad es la incapacidad que tiene una persona de flexibilizar su forma de ser, no pudiendo enfrentar los cambios que supone la llegada de la vida adulta y todas sus demandas: trabajo, estudio, relaciones amorosas, amistades y familiares”.
En concreto, una persona con este trastorno tiene problemas para percibir y relacionarse con las situaciones y quienes lo rodean. Pero accediendo a un debido tratamiento, es posible recuperar su calidad de vida.
“Existen múltiples formas de abordar el trastorno de la personalidad, pero todas coinciden en que lo fundamental es acompañar al usuario en el proceso de conocer su propia forma de ser” señala el psicólogo de Red MirAndes.
Todo indica que la clave estaría en que el tratamiento de intervención sea intensivo de modo de garantizar mejores resultados a largo plazo.
Precisamente, en MirAndes cuentan con un Programa dirigido especialmente a usuarios con Trastorno de Personalidad, estructurado en sesiones individuales y grupales de psicoterapia y terapia ocupacional, que en un plazo de 5 meses entrega las herramientas necesarias para fortalecer la autonomía y el Bienestar en personas con dificultades asociadas a su personalidad.
Se trata del programa CREA de la Red MirAndes que se define como un tratamiento de Salud Mental de atención ambulatoria con foco en la recuperación del desempeño a través de una modalidad intensiva.