El lunes 16 de agosto se conmemora el día internacional de la Esquizofrenia, trastorno mental que afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo, siendo más frecuentes en hombres (12 millones), que en mujeres (9 millones), según la Organización mundial de la Salud (OMS).
En Chile, según los datos del Hospital Clínico Universidad de Chile, “la prevalencia de la esquizofrenia en Chile es de 1,4 a 4,6 personas por cada mil habitantes, con una incidencia de 12 casos nuevos por cada cien mil habitantes por año”.
La OMS indica que “la Esquizofrenia se caracteriza por una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta. Algunas de las experiencias más frecuentes son las alucinaciones (oír voces o ver cosas inexistentes) y los delirios (creencias erróneas y persistentes)”.
Además, señala que las personas que padecen de este trastorno mental tienen entre un 2 y un 2,5 más de probabilidades de morir a temprana edad que el resto de la población, debido al desarrollo de enfermedades físicas como lo son las cardiovasculares, metabólicas e infecciosas.
Vivir con este diagnóstico
Nicole Ojeda, Terapeuta Ocupacional del Programa de Rehabilitación Psicosocial de Red MirAndes, señala que “la Esquizofrenia al igual que cualquier otro diagnóstico, no tiene una limitante específica para llevar “una vida normal”, pero debemos mencionar que es una patología de carácter crónica que requiere de un cuidado y seguimiento”.
La profesional, además indica que las personas que poseen este diagnóstico tienen características muy variables y depende muchas veces de la edad en que la persona tuvo su primer brote psicótico y cómo este fue abordado a tiempo por el equipo de salud, para lograr vislumbrar que pasara en el futuro.
¿Cómo ayudar a una persona con Esquizofrenia?
Existen diversas maneras de poder ayudar a una persona con diagnóstico de Esquizofrenia. Javiera Collante, Jefa de MirAndes en Viña del Mar, identifica algunas de estas:
- Cómo comprendemos la Esquizofrenia. Más allá de una enfermedad, es importante considerarlo como una condición. El lenguaje en Salud Mental construye realidades, si se habla de enfermedad, tanto la persona como su familiar construyen una imagen basada en la dolencia, dejando en ocasiones al margen el malestar subjetivo y experiencias vividas de la persona.
- Conocer el diagnóstico. Es importante informarse en qué consiste la Esquizofrenia y su sintomatología; pues se tiende a cuestionar lo que el usuario relata, generando que se aleje de sus redes de apoyo, en vez de acudir a éstas. Informarnos, también permite reconocer los signos tempranos de una crisis.
- Estar presente. Acompañarlo en sus sesiones con profesionales especializados en Salud Mental.
- Promover adherencia al tratamiento farmacológico y psicosocial, pese a que la persona ya se sienta mejor. Es importante ayudarlo a que siga recomendaciones de su equipo profesional tratante.
- Promover un rol activo y autónomo en torno a su condición de salud. Es decir, ayudar a que la persona conozca su condición y tratamiento asociado.
- Promover hábitos saludables. Entre ellos, supervisar que la persona no consuma alcohol, drogas, ni que tampoco esté sometido a altos niveles de estrés.
- Participar de grupos de apoyo, para apoyarse en las experiencias de otras personas, a fin de comprender la Esquizofrenia y sentirse acompañado.
- Auto cuidarse como redes de apoyo. Es recurrente que redes de apoyo o cercanos se sientan culpables o agobiados por la situación de la persona, tendiendo a relaciones conflictivas o actitudes de sobreprotección. Importante es cuidar la Salud Mental y generar redes de apoyo, para no asumir solos la responsabilidad de su cuidado.
La Organización Mundial de la Salud indica que más del 50% de los esquizofrénicos no están recibiendo una atención apropiada y que el 90 por ciento de los que padecen de este trastorno mental, no reciben tratamiento alguno, concentrándose en países de media y baja calidad médica, además de zonas urbanizadas. Es clave garantizar el tratamiento, ya sea a través de la atención GES o privada, de manera de asegurar el Bienestar de quienes viven con este diagnóstico.
El Programa de Rehabilitación Psicosocial de Red MirAndes ofrece un tratamiento y acompañamiento diseñado especialmente para potenciar la autonomía de los usuarios con este tipo de diagnóstico.