¿La razón? Mejorar la conciencia sobre los trastornos bipolares y eliminar el estigma social asociado al diagnóstico y su tratamiento. A través de la colaboración internacional, el objetivo del Día del Trastorno Bipolar (WBD por sus siglas en inglés) es proporcionar información sobre los trastornos bipolares a la población mundial, que mejore la educación y la sensibilidad hacia esta enfermedad.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que incluye episodios serios de la manía y la depresión. La enfermedad causa cambios drásticos de altos y bajas de temperamento, de sentirse extremadamente deprimido y sin esperanza, con períodos de temperamento normal entre los cambios.
Se estima que la prevalencia mundial del trastorno bipolar está entre 1 y 2 %, (pudiendo llegar al 5% considerando casos con rasgos bipolares), y según la Organización Mundial de la Salud, es la sexta causa principal de discapacidad en el mundo. Generalmente comienza en la adolescencia o en la adultez temprana, rara vez se inicia durante la niñez o tan tarde como a los 40 o 50 años.
La enfermedad a menudo se confunde con otras patologías. Muchos usuarios son diagnosticados con depresión, que tiene como consecuencia la instauración de un tratamiento inapropiado y la demora en la puesta en marcha de medidas psicofarmacológicas y psicoterapéuticas adecuadas, lo que conlleva un peor pronóstico y graves complicaciones psicosociales. Sin embargo, el correcto diagnóstico en el menor tiempo posible abre la puerta al tratamiento adecuado, ahorrando sufrimiento al usuario, con el objetivo puesto en que pueda llevar a cabo una vida normal, lo que se logra en la gran mayoría de los casos. Es por esto, que el trastorno bipolar en Chile desde 2013 es parte de las prestaciones que están consideradas en el AUGE.
Ésta es una enfermedad de Salud Mental que representa un reto importante para los usuarios, el personal de salud, miembros de la familia y de nuestras comunidades. Si bien la creciente aceptación del trastorno bipolar como una condición médica, como la diabetes y enfermedades del corazón, se ha afianzado en algunas partes del mundo, por desgracia el estigma asociado a la enfermedad es una barrera a la atención y continúa impidiendo el diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz.