Conocí a harta gente buena aquí. La psicóloga Valeria me ayudó mucho. Sentí que todas las profesionales eran atentas especialmente la Paola, la Fabiola, María Jose y Pía y la tallerista de yoga y la Ximena. Siempre habían intentos por hacer dinámicos los talleres. El ambiente es genial para los pacientes con toda la buena onda.